Grecia presenta plan de financiamiento al Eurogrupo, pero decisión se tomará el lunes

Las altas expectativas que existían sobre un posible acuerdo en cuanto a la deuda griega durante la reunión extraordinaria de ayer de los ministros de Finanzas de la zona euro se esfumaron incluso antes de que comenzara la sesión, con diversas autoridades afirmando que el encuentro era sólo para conocer el plan de Atenas y que iba a tomar tiempo llegar a consenso.

"La ambición conjunta es alcanzar una solución y creo que eso es posible. No habrá ninguna solución hoy (ayer), todo esto es paso a paso. No hay garantía de éxito", declaró ayer por la mañana frente al Parlamento Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo.

El ministro de Finanzas de Holanda agregó que "en la próxima reunión del 16 de febrero esperamos tener más avances".

Al llegar a la reunión en Bruselas, Dijsselbloem aseguró que "depende principalmente de los griegos hacer que su economía vuelva a la pista".

En esa misma línea, Pierre Moscovici, el comisionado europeo para asuntos económicos y financieros, impuestos y aduanas, sostuvo que "sabemos que tomará algo de tiempo encontrar una solución".

Si bien ambas partes desean que Grecia se mantenga en la zona euro y vuelva al crecimiento, el funcionario francés expresó que el gobierno "tiene que entender que los compromisos deben ser honrados".

Moscovici puntualizó que el actual paquete de ayuda es la base para la discusión y que cualquier compromiso sólo se puede dar dentro de dicho marco legal.

Por su parte, Luis de Guindos manifestó que el encuentro de ayer sólo servía para tomar contacto y adelantó que "la reunión importante será la próxima semana".

El encargado de las finanzas públicas de España alertó que Atenas tiene que respetar las reglas que son para todos.

Cuatro principios

Las conversaciones entre los 19 miembros de la moneda única, Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional y Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, se extendieron por cerca de cuatro horas.

En su debut dentro del Eurogrupo, el ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis presentó cuatro principios para un nuevo acuerdo de financiamiento, según dos funcionarios europeos citados por Bloomberg.

Grecia quiere un pacto que entregue estabilidad financiera, sustentabilidad financiera y una reestructuración de la deuda y que al mismo tiempo aborde la crisis humanitaria del país. Las fuentes acotaron que Varoufakis no entregó detalles sobre cómo lograr estos objetivos.

Al cierre de esta edición, aún no se lograba un acuerdo entre las partes, lo que significa que las discusiones se retomarán el lunes.

Trabajo con la OCDE

En tanto, el primer ministro Alexis Tsipras acordó trabajar con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para implementar diez reformas económicas, aunque el país advirtió que no permitirá que gente de afuera decida qué políticas debería adoptar.

"Esto no es alguien del exterior que viene aquí y nos dice qué hacer", aseveró el premier en Atenas luego de reunirse con Ángel Gurría, secretario general de la OCDE.

Tsipras explicó que el programa se basará "no en lo que se decidió previamente, sino en el mandato popular", antes de añadir que "estaré pronto en París para oficializar esta cooperación y acordar los pasos a seguir".

El jefe del club de países ricos afirmó que el organismo "no le dirá a los griegos qué se necesita hacer. Discutiremos herramientas y mecanismos" y que "queremos ayudar a Grecia a volver al crecimiento".
Gurría pareció respaldar las críticas de Tsipras sobre el actual programa de rescate. "La crisis produjo bajo crecimiento, alto desempleo y... Grecia ha sufrido esto muy directamente", declaró. La autoridad agregó que la crisis generó "crecientes desigualdades y una erosión muy seria de la confianza".

Contagio limitado

En tanto, la agencia Standard & Poor's estima que el riesgo de que la agitación en Grecia se extienda al resto del bloque es bajo.

"La prima de riesgo de Grecia ha aumentado recientemente de manera dramática de nuevo, pero el pánico no ha saltado hacia otros ex países en crisis. El riesgo de contagio no parece ser en realidad tan grande", aseguró Moritz Kraemer, jefe de notas soberanas de S&P, al periódico alemán Börsen-Zeitung.

A pesar de que es difícil prever los efectos que podría tener una salida de Grecia de la zona euro, el experto sugirió que la región podría enfrentar bien dicho escenario.

"La economía de Grecia es muy débil y sus vínculos con el resto de la zona euro son incluso más pequeños que lo que sugiere el valor agregado", citó Reuters.

En cuanto a un posible recorte de la deuda, Kraemer sostuvo que "contrario a la percepción pública, la extensión de los pasivos no es tan alta en proporción a la fortaleza económica de los acreedores".

Deuda llegó a 185% del PIB en 2014
A pesar de los grandes esfuerzos que ha hecho Grecia para reducir el gasto, el endeudamiento del gobierno continuó aumentando durante el año pasado.
El viceministro de Finanzas Dimitris Mardas informó ayer que la deuda pública subió a 185% del Producto Interno Bruto en 2014, lo que corresponde a diez puntos más que la cifra anotada el año previo.
"La deuda griega al final de 2014 fue de 316.900 millones de euros, es decir, 185% del PIB. Con semejante nivel, la deuda no es sostenible", expresó. El funcionario explicó que, incluso si la deuda se hubiese mantenido en 175%, ese nivel tampoco es sostenible.
A fines de 2010, el año en que Grecia firmó el primer plan de rescate, la deuda local era de 146% del PIB; ratio que aumentó a 171% al año siguiente. En 2012, tras la quita parcial de la deuda en manos privadas que formó parte del segundo plan de ayuda, bajó a 157% del PIB.
La Comisión Europea proyecta que la deuda griega disminuirá a 125% del PIB a fines de 2020 y a 112% dos años más tarde.